Mi lanza en favor de sistemas de identidad digital, reparto de riqueza y mucho más como WorldCoin en la era de la IA

Mi lanza en favor de sistemas de identidad digital, reparto de riqueza y mucho más como WorldCoin en la era de la IA

Estamos en un buen momento para las criptodivisas y, aunque no lo parezca, para la blockchain en general y en este marco, en este entorno aparecen nuevos proyectos que vienen a cambiar inexorablemente el mundo y en el cual algunos incluso llegan más lejos: vienen a generar un entorno que va más allá de la blockchain o de las criptomonedas, vienen a generar y hablarnos de identidad digital, de identidad humano versus máquina e, incluso, de reparto de la riqueza a nivel mundial en un mundo que va, también de forma inexorable, hacia la IA.

Uno de estos proyectos es el famoso WorldCoin, un proyecto que ha despertado el recelo y rechazo furibundo de algunos y el entusiasmo de muchos otros, entre ellos yo, que vemos el potencial, el poder disruptivo y qué hay más allá de los titulares de prensa, por ello quiero lanzar una lanza a favor de WorldCoin.

Existen tantas opiniones como personas y cada uno es libre de pensar lo que desee y, por supuesto, todas las opiniones son y resultan respetables, pero me indigna profundamente cuando se crítica un proyecto que ni se conoce, ni saben realmente cómo funciona por detrás, y criticar por desconocimiento ese es el problema.

Que conste que ni estoy asociado a WorldCoin, su fundación o entorno alguno, pero me molesta ver que la opinión pública se lanza a degüello por dar “los datos biométricos” a cambio de unas “monedas” y que lo asocian a personas de bajos recursos económicos o adolescentes.

No debe negarse que muchas personas que se han descargado la app son jóvenes o personas con pocos ingresos, pero precisamente estas son las personas de titular, las personas que no saben ni descargarse una app y que se han acercado “a dar su ojo” por esas “criptos”. Pero ni todo el público es ese, ni WorldCoin es eso, ni WorldCoin persigue eso.

Estamos en un cambio de paradigma mundial como pocas veces en la historia. Nos encontramos ante nuevos retos y nuevas oportunidades, nuevas necesidades y nuevas preguntas: ¿qué nos hace humanos? En un mundo de IA, ¿qué nos puede aportar en el reparto de riqueza la IA para continuar siendo humanos con un buen nivel de vida? ¿Cómo podemos distinguirnos de las máquinas cuando la fina línea que nos divide cada vez es más sutil?

A todas las anteriores preguntas, y mucho más, es a lo que nos viene a responder proyectos como estos (¡¡¡a los que la gente se suma libremente!!!). Y está bien criticarlo, resulta incluso sano que exista una oposición por personas que defienden posturas y posiciones contrarias por cuestiones de privacidad u otros temas, pero no encuentro sano ni lógico denostar un aplicativo o una solución cualquiera por ni entenderla o por no saber ni preguntarse las preguntas a las que este nuevo entorno mundial nos exige dar respuestas.

Reitero, todo esto lo digo como especialista en IA y en ciberseguridad, no como fan ni de las criptomonedas, ni como conocedor de la blockchain y, ni mucho menos, por tener alguna relación con WorldCoin que, como ya he dicho. no tengo.

Unos últimos apuntes:

Dudo que el valor de WorldCoin sea ir al centro comercial para “a ver si me dan unos euros por descargarme esa app y poner mi ojo en una maquinita”, y dudo que quienes no lo hagan desde la ignorancia lo hagan por ese motivo.

Y también dudo que el gran riesgo para la humanidad sea dar datos biométricos a una empresa / entidad (grande y que está respaldada por quien está) para utilizar una aplicación suya y formar parte de su red. Esta entidad puede tener, a lo sumo, intereses comerciales o corporativistas, pero dudo que malignos. No puede decirse lo mismo de los gobiernos o estados que pueden utilizar totalitariamente esos datos (y muchos más que tienen) contra las personas civiles, contra la ciudadanía, y bien que la gente se los da tranquilamente.

Del mismo modo que la gente da tranquilamente sus datos biométricos cuando pone su huella o su rostro en cualquier dispositivo móvil u otro de gama baja que no tiene las más mínimas medidas de protección (y en muchas ocasiones de orígenes o de fabricantes como mínimo dudosos) y no se escandalizan y lo hacen sin pensar, luego se los piden de una forma mucho más segura, transparente y robusta y vienen a escandalizarse. Sinceramente, no lo entiendo.

Jordi G. Castillón